La intolerancia y la discriminación contra los musulmanes no son fenómenos nuevos. Sin embargo, han evolucionado y cobrado impulso en los últimos años, en particular en el contexto de la "guerra contra el terrorismo”, la crisis económica mundial, las inquietudes acerca de la identidad nacional y las dificultades para hacer frente a la creciente diversidad en numerosas sociedades. Estas nuevas circunstancias han contribuido a que aumente el resentimiento y el miedo inspirados por los musulmanes y el islam, a menudo alimentados por algunos medios de comunicación y cierto discurso político. Los musulmanes son caracterizados con frecuencia como extremistas que constituyen una amenaza para la seguridad y el bienestar de los demás.
Estos estereotipos ejercen una influencia no sólo en los jóvenes sin también en sus padres, así como en los profesores y otros profesionales de la educación. Esto representa un nuevo reto para los educadores. Si bien no puede esperarse que los docentes resuelvan las tensiones políticas y sociales entre comunidades, pueden empero desempeñar una función esencial forjando las actitudes y los comportamientos de los jóvenes. Las medidas y los métodos adoptados por los profesores y los administradores de las escuelas pueden ser decisivos para fomentar el respeto por la diversidad y el entendimiento mutuo, tanto en la escuela como en la sociedad.
Elaboradas por la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE (OIDDH), la UNESCO y el Consejo de Europa, estas Directrices tienen por finalidad ayudar a los educadores a combatir la intolerancia y la discriminación contra los musulmanes. Están destinadas a un amplio público, que abarca profesores, rectores y directores de escuela, responsables de la formulación de políticas educativas y autoridades docentes, formadores del profesorado, sindicatos de profesores y asociaciones profesionales, así como organizaciones no gubernamentales. Las Directrices son aplicables tanto a la educación primaria como secundaria, y pueden ser utilizadas también en entornos de aprendizaje no formales.
NOTA DE AGRADECIMIENTO
PREFACIO
1. INTRODUCCIÓN
2. MANIFESTACIONES DE INTOLERANCIA Y DISCRIMINACIÓN CONTRA LOS MUSULMANES
2.1 Definiciones y enfoque conceptual
2.2 Manifestaciones de intolerancia y discriminación contra los musulmanes en las escuelas
2.3 Las repercusiones de la intolerancia
2.4 ¿Intolerancia o libertad de expresión?
3. PRINCIPIOS Y PLANTEAMIENTOS METODOLÓGICOS
3.1 Planteamiento basado en los derechos
3.2 Planteamiento participativo
3.3 Creación de un espacio para el debate
3.4 Evaluación permanente de la situación
3.5 Impartir enseñanzas sobre religiones y culturas
4. ESTRATEGIAS EN LAS ESCUELAS
4.1 Reacción y respuesta a la discriminación, a la violencia y a otros incidentes graves
4.2 Prevención y protección
4.3 Actividades para fomentar la reflexión y el pensamiento crítico
5. POSIBLES ESCOLLOS
6. RECURSOS Y MATERIAL INFORMATIVO
6.1 Sitios web útiles
6.2 Redes sobre educación
6.3 Publicaciones e informes de organizaciones internacionales
6.4 Instrumentos normativos internacionales y documentos sobre políticas
6.5 Bibliografía adicional
La intolerancia y la discriminación contra los musulmanes no son fenómenos nuevos. Sin embargo, han evolucionado y cobrado impulso en los últimos años, en particular en el contexto de la "guerra contra el terrorismo”, la crisis económica mundial, las inquietudes acerca de la identidad nacional y las dificultades para hacer frente a la creciente diversidad en numerosas sociedades. Estas nuevas circunstancias han contribuido a que aumente el resentimiento y el miedo inspirados por los musulmanes y el islam, a menudo alimentados por algunos medios de comunicación y cierto discurso político. Los musulmanes son caracterizados con frecuencia como extremistas que constituyen una amenaza para la seguridad y el bienestar de los demás.
Estos estereotipos ejercen una influencia no sólo en los jóvenes sin también en sus padres, así como en los profesores y otros profesionales de la educación. Esto representa un nuevo reto para los educadores. Si bien no puede esperarse que los docentes resuelvan las tensiones políticas y sociales entre comunidades, pueden empero desempeñar una función esencial forjando las actitudes y los comportamientos de los jóvenes. Las medidas y los métodos adoptados por los profesores y los administradores de las escuelas pueden ser decisivos para fomentar el respeto por la diversidad y el entendimiento mutuo, tanto en la escuela como en la sociedad.
Elaboradas por la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE (OIDDH), la UNESCO y el Consejo de Europa, estas Directrices tienen por finalidad ayudar a los educadores a combatir la intolerancia y la discriminación contra los musulmanes. Están destinadas a un amplio público, que abarca profesores, rectores y directores de escuela, responsables de la formulación de políticas educativas y autoridades docentes, formadores del profesorado, sindicatos de profesores y asociaciones profesionales, así como organizaciones no gubernamentales. Las Directrices son aplicables tanto a la educación primaria como secundaria, y pueden ser utilizadas también en entornos de aprendizaje no formales.
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